Esta propuesta de la Temporada Principal de Fundación Baluarte se pondrá en escena el viernes y el domingo, y contará con la participación de la Orquesta Sinfónica de Navarra, el Coro de AGAO y la Escolanía del Orfeón Pamplonés
Fundación Baluarte presenta esta semana, el viernes 2 de febrero (19:30 hrs.) y el domingo 4 de febrero (18:30 hrs.) en la Sala Principal de Baluarte, el título de ópera escenificada de su Temporada 2023-2024: Carmen, de G. Bizet, la ópera francesa más representada de la historia del género que en esta ocasión combina tradición e innovación en su concepto y escenografía. La cuenta atrás, que se inició hace un par de semanas con los ensayos del coro, con la incorporación de solistas días después, las pruebas de vestuario y maquillaje, y el montaje de la escenografía la semana pasada, entra así a la recta final antes del estreno absoluto ante el público. No quedan entradas disponibles.
En esta producción de la Ópera de Monte-Carlo, en coproducción con el Teatro Capitole de Toulouse y la Ópera de Marsella, participarán la Orquesta Sinfónica de Navarra, el Coro Lírico AGAO y la Escolanía del Orfeón Pamplonés, así como un reparto de lujo encabezado por la mezzosoprano georgiana Ketevan Kemoklidze, en su aclamado rol de Carmen; Alejandro Roy como Don José; Berna Perles en el papel de Micaela; Simón Orfila dando vida a Escamillo; y las navarras Nerea Berraondo y Andrea Jiménez, como Mercedes y Frasquita respectivamente. Completan el elenco David Lagares como Zúñiga, Andoni Sarobe como Morales, César San Martín como El Dancairo, Igor Peral como El Remendado, Xabier Olza como Lillas Pastia e Irene Olvera como bailaora de flamenco.
Con Carmen, el autor quiso romper con las buenas y amables costumbres del estilo cómico para acercarse a las pasiones prohibidas del ser humano. Ambientada en una Sevilla agitanada de taberna y amor libre, su inmortal historia de amor, celos y traiciones acabó por conquistar al público mundial y universalizar el arquetipo latino de la femme fatale, una “mujer de armas tomar”, libre y seductora, que sería objeto de fascinación y precursora del feminismo contemporáneo en muchos sentidos.